Los trastornos del sueño en los niños suelen suceder de forma ocasional. No son serios y mejoran por sí mismos, con el tiempo. Si no es así, es necesario prestarles atención. Además de ser muy perturbadores, pueden interferir en el aprendizaje del niño y también en su comportamiento. Los trastornos del sueño más habituales son las terrores nocturnos y las pesadillas.
Los terrores nocturnos, constituyen el problema del sueño más habitual en los niños. Son episodios de gritos, miedo intenso y agitación del cuerpo mientras todavía duermen. Se considera una parasomnia, es decir, una experiencia no deseada durante el sueño. Los niños al despertar no recuerdan lo que han soñado. Los terrores nocturnos suelen aparecer entre los 4 y los 12 años y suelen desaparecer con el tiempo.
En cambio las pesadillas, son sueños aterradores que por lo general suceden en la segunda mitad de la noche cuando los sueños son más intensos, y al despertar los niños si recuerdan lo que han soñado. Los niños se pueden despertar llorando o con miedo y pueden tener dificultades para volverse a dormir. Se suelen iniciar entre los 3 y 6 años, suelen remitir a medida que el niño se hace mayor.