Cada niño y niña es diferente. Eso significa, que su desarrollo emocional, físico y mental también llevará su propio ritmo.
Os dejamos 7 prácticas que podéis hacer en casa y así contribuir de forma positiva al desarrollo emocional de los más pequeños.
- Haz que se sienta seguro: Será de vital importancia favorecer el apego seguro en nuestros hijos desde bien pequeños. Ser sus referentes y ser conscientes de que estaremos allí por y para ellos les dará la seguridad y autoconfianza que necesitan para desarrollarse y enfrentarse a sus miedos a inseguridades.
- Educa con equilibrio afectivo: No siempre conseguimos el equilibrio emocional que necesitamos para educar a nuestros hijos desde la disciplina positiva. Sí crees, que un comentario inapropiado o un grito más alto que él otro puede complicar la situación, no dudes en tomarte un tiempo a parte.
- Identifica las emociones por su nombre: Ayúdale a identificar sus emociones y a ponerles nombres. Es uno de los primeros pasos para conseguir que tus hijos tengan una adecuada regulación emocional.
- Anímale a hablar de sus emociones y sentimientos: Es importante que nos vean accesibles. Ser su fuente de confianza les dará seguridad y estabilidad emocional. Anímales a hablar de sus emociones y sentimientos abiertamente.
- Juega con ellos: Pasar tiempo de calidad con los más pequeños fortalecerá el vínculo entre vosotros y aumentará la confianza y la comunicación ya existente.
- Evitar reforzar comportamientos inadecuados: Reforzar negativamente comportamientos aumentarán la presencia de conductas desadaptativas. Se consecuente con las normas y límites que quieres que tus hijos respeten y lleven a cabo.La sistematicidad será la clave.
- Se su modelo a seguir: Los niños aprenden por imitación. Se el modelo que quieras ser para tus hijos. Nosotros somos su fuente de inspiración y por lo tanto, su modelo a seguir.
